Introducción
Uno de los grandes desafíos para aquellos que han sido criados leyendo textos bíblicos con comentarios clásicos es volver a aprender cómo leerlos sin esas ideas preconcebidas. ¿Y por qué querríamos hacerlo? bueno, la necesidad de volver a aprender esa habilidad de lectura es doble. En primer lugar, la mayoría de los comentarios clásicos están respondiendo a problemas o dificultades textuales, por lo que no pueden apreciarse adecuadamente sin una lectura profunda y matizada del texto original, y a su vez, los comentarios generalmente respaldan el entendimiento de un individuo, por lo que varían según la perspectiva de la cual provienen, ya sea masorti, reformista, caraita, ortodoxa, cristiana, académica, etc., de este modo, de por sí nuestra capacidad para entender dichos comentarios está limitada, y de entenderlos, la objetividad de los mismos está comprometida. En segundo lugar, también está la necesidad de aprender a leer de nuevo sin comentarios para poder así ver el texto pleno. ¿Qué está tratando de decir el texto bíblico mismo?
Ahora, ¿Cómo podemos entrenar nuestros oídos para escuchar esa voz auténtica de la Torah?
En el siguiente ensayo intentaré hacer exactamente eso.
El Voto de Jacob
טו וְהִנֵּה אָנֹכִי עִמָּךְ, וּשְׁמַרְתִּיךָ בְּכֹל אֲשֶׁר-תֵּלֵךְ, וַהֲשִׁבֹתִיךָ, אֶל-הָאֲדָמָה הַזֹּאת: כִּי, לֹא אֶעֱזָבְךָ, עַד אֲשֶׁר אִם-עָשִׂיתִי, אֵת אֲשֶׁר-דִּבַּרְתִּי לָךְ
Gén 28:15 Y he aquí, estoy contigo y te protegeré donde sea que vayas, y te devolveré a esta tierra, porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te prometí.
Por la mañana, Jacob se despierta y hace un voto, el cual causa una intensa controversia entre los comentaristas. Dos cuestiones están en el centro de esa controversia, una filosófica y otra técnica.
Del lado filosófico, el debate gira en torno al hecho de que Jacob parece hacer que su promesa a Dios sea condicional. Si Dios hace X, entonces Jacob hará Y. Eso, en sí mismo, es un poco problemático hasta que miremos de cerca y descubramos que la condición que Jacob establece es exactamente lo mismo que Dios le había prometido durante la noche: que Dios estaría con él. Parece que Jacob se pregunta si Dios cumplirá o no la propia promesa de Dios, una idea que muchos comentarios clásicos no podrían aceptar.
En el aspecto técnico, el voto de Jacob presenta un problema gramatical significativo que no se resuelve fácilmente. En español, los votos tienen típicamente la forma de "si ... entonces ...". Sin embargo, en hebreo, en tales casos, no hay una palabra para "entonces", y por lo tanto, a menudo no está claro exactamente cuándo comienza la parte "entonces", especialmente en casos como el nuestro, que presentan una serie de declaraciones conectadas por la letra vav . Esa letra puede entenderse como "y", o como "entonces", lo que representa el siguiente pronunciamiento complejo y ambiguo:
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Si Dios estará conmigo
y (entonces)me protegerá en este camino por el que estoy viajando hoy
y (entonces) me proporcionará comida para comer y ropa para vestir
y (entonces) regresaré pacíficamente a la casa de mi padre
y (entonces)Yehovah lo hará. será para mí un Dios
y (entonces) esta piedra que coloqué como monumento será una casa de Dios
y (entonces) de todo lo que me des, te devolveré una décima parte.
Como usted podrá ver el texto presenta dos aparentes problemas:
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Jacob propone un voto condicional como no creyendo en Dios, exigiendo condiciones a Dios.
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No se sabe cuándo termina el voto, pues cada "Vav" (y /entonces) puede ser otra condición o el cierre del voto.
La historia en contexto
La participación de Jacob en engañar a su padre y en tomar la bendición de su hermano cambia su vida para siempre (aunque entendimos que estaba en lo correcto, ver estudio Las tres perspectivas de Jacob). Jacob es exiliado de su hogar, obligado a huir de la ira de su hermano con las manos vacías. Lo ha perdido todo: la protección de su amada madre, la confianza de su padre, su hermano y posiblemente incluso su futura herencia.
Agotado emocionalmente por su terrible experiencia y físicamente agotado por el viaje, Jacob se va a dormir. Acomoda su cabeza con rocas (la cual infiere que no llevaba nada en sus manos, como un abrigo), aparentemente para protegerse de los animales, y se duerme.
Seguido a la visión de Jacob de la escalera con los mensajeros divinos, Dios se le aparece a Jacob y promete bendecirlo con la bendición Abrahámica. Esto era necesario para él, porque no estaba claro si la bendición robada era válida. Ese primer mensaje es a largo plazo y establece el estado de Jacob como el heredero del pacto. Pero Dios agrega otra promesa, una a corto plazo, asegurando a Jacob que recibirá protección divina hasta que se complete el viaje de ida y vuelta a Harán.
En ese punto, Jacob despierta, en medio de la noche, aterrorizado. ¿Estaba durmiendo en un lugar sagrado, la casa de Dios, la puerta de entrada al cielo? Por los versos parece que vuelve a dormir, a pesar de esta aprehensión, y se despierta al amanecer (ver 28:18). En ese momento, Jacob establece y unge un monumento, nombra el lugar Beit El y hace su voto.
¿Sueño o Profecía?
Esta lectura más cuidadosa cambia nuestra comprensión. Al leer la historia que antecede a esta revelación y sueño de la misteriosa escalera, vemos las comunes preocupaciones y agotamiento del patriarca, por lo cual, las condiciones de su voto expresan que para Jacob no estaba nada claro si el sueño era verdadero o no.
El terror inmediato se ha ido, pero hay preguntas persistentes. ¿Dios realmente vino a él en medio de la noche o fue solo un sueño? No hay ninguna indicación anterior en el texto de Jacob teniendo algún tipo de encuentro con lo Divino; Éste fue probablemente el primero, y así, como Samuel (1 Sam. 3), no está seguro de la naturaleza de ese sueño. ¿Fue producto de su propia imaginación, reflejando sus miedos y esperanzas, o fue algo que él atribuiría a lo sobrenatural?
Con dudas persistentes, Jacob erige su monumento, lo unge y emite su voto condicional, a la manera tradicional que se solía hacer. El significado de ese voto ahora debería estar claro. Si Dios realmente hace las cosas que Jacob escuchó en el sueño, entonces habrá quedado claro que el sueño no fue producto de sus propias preocupaciones, sino que fue, de hecho, Dios quien vino a él en una visión profética. Es por eso que la condición de Jacob se dirigió precisamente a lo que oyó que le prometió.
Conclusión:
Esto se convierte en la clave para resolver la ambigüedad de dónde termina la condición de Jacob y dónde comienza su acción. Todo lo que el lector debe hacer es hacer coincidir las promesas nocturnas de Dios con el voto de Jacob a primera hora de la mañana. Esas cosas que Dios prometió, y solo esas, son parte de la condición de Jacob. Todo lo demás es lo que Jacob promete hacer por Dios.
Lo que Dios promete(Gén 28:13):
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Yo soy Yehováh, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac
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la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
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Será tu descendencia como el polvo de la tierra
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todas las familias de la tierra serán benditas en ti
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yo estoy contigo,
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te guardaré
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volveré a traerte a esta tierra
Condiciones de Jacob (Gén 28:20):
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Si fuere Dios conmigo
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Si me guardare en este viaje en que voy
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si me diere pan para comer y vestido para vestir (La bendición)
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si volviere en paz a casa de mi padre
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Si Yehovah fuere mi Dios
Promesa de Jacob:
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Este lugar sera Beit-El
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Te daré el diezmo de todo lo que me des
Síntesis:
Entonces, Jacob el patriarca, no le estaba poniendo condiciones a Dios, para entonces guardar su pacto o confiar en Él, lo que Jacob estaba haciendo era poner a prueba "su sueño", ya que el contexto respalda la idea que era solo un sueño, cómo podría saber el si el sueño era una verdadera profecía;
Deut 18:21 Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?;
22 si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Al entender la lectura Peshat, con el entendimiento pleno y contextual, resolvemos la aparente reacción desafiante de Jacob hacia Dios, y al contrario; Jacob el patriarca nos enseña un principio crucial para poder identificar la profecía Divina de Yehovah que sería revelada aproximadamente 300 años más adelante por el profeta Moisés. Enseñándonos que no debemos guiarnos incluso, por nuestros propios sueños. Si fuera necesario y dudoso se debe poner a prueba; Cuando se cumpla, sabremos que es Dios o si no se cumple; entonces es un simple sueño de preocupación o el fruto de nuestra imaginación.