Hay tres formas principales de enmarcar la lectura de la Parashá Vayerá como una unidad literaria:
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Centrado en Isaac, donde la parashá va desde su nacimiento hasta su experiencia cercana a la muerte.
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Centrada en Sarah, donde esta parashá se abre con ella dando vida y la próxima parashá a su fallecimiento.
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Centrado en Abraham, donde la parashá pasa de la objeción de Abraham a Dios sobre Sodoma al sacrificio de su hijo sin objeción.
Cada tema privilegia un principio y un final específico. Esta lectura se centrará en Abraham al analizar qué relación existe entre el episodio del Akeidah (sacrificio de Isaac) de Génesis 22 y el episodio de Sodoma de Génesis 18 .
Prueba de Justicia para Abraham
La prueba de Abraham sobre la justicia divina es introducida por la pregunta de Dios: "¿Debo ocultarle a Abraham lo que estoy a punto de hacer?" (Génesis 18:17). La pregunta supone un grado de intimidad entre Dios y Abraham, quizá similar a lo registrado por el profeta Amós, "no hace nada sin haber revelado su propósito a sus siervos los profetas" (3: 7). Aunque aquí el comentario de Dios podría entenderse como una forma retórica de hacer una declaración (es decir, no voy a ocultarle algo a Abraham), también puede entenderse como una pregunta real sobre si Abraham es digno del papel de profeta intercesor.
Al reflexionar sobre si revelar su plan a Abraham, Dios considera tres factores (vv. 18-19)
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Abraham algún día se convertirá en una nación grande y poblada;
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Él debe servir como medio de bendición para todas las naciones;
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Debe instruir a sus hijos y a su familia después de él para que sigan el camino del Señor haciendo lo que es justo y correcto.
Los dos primeros puntos son familiares. Ambos aparecen en el llamado inicial de la vida de Abraham (Génesis 12: 2-3); el segundo también se menciona con respecto a la posteridad de Abraham (Génesis 22:18, 28:14). La última, sin embargo, es nueva y se encuentra solo aquí. Este nuevo elemento se trata de que las promesas de Dios dependen de la capacidad de Abraham de transmitir a su posteridad el cómo mantenerse en el camino del Señor, definido como el hacer lo que es justo y correcto. Por lo tanto, ambos deben jugar un papel decisivo en esta historia.
El versículo 20 continúa para informarnos la atrocidad del crimen. La pregunta es solo si todos son culpables. Para asegurarse, en el versículo 21, Dios baja para verificar si todos son pecadores (a través de los ángeles). Si no lo fueran, Dios sabría hacer las distinciones necesarias. Dado que más tarde descubrimos que Dios está decidido a destruir toda la ciudad, podemos inferir que no encontró ninguna base para hacer distinciones; todos los habitantes fueron encontrados culpables, por lo que Dios destruiría todo.
¿Qué Sabía Abraham?
¿Estaba pidiendo Abraham Justicia o Misericordia?
Al principio, la justa indignación de Abraham al confrontar a Dios aparece como una forma de evitar una perversión de la justicia, [Gen18:25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?] pero resulta que al concluir este diálogo, Abraham en realidad, parece estar pidiendo perdón, clemencia, misericordia a causa de "los justos" [Gen 18:28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco]. En otras palabras, Abraham busca si hubieran algunos justos e intercede para que Dios perdone toda la ciudad por amor a los inocentes. Esto nos revela el conocimiento de Abraham en cuanto a su "definición" de la justicia. Abraham consideraba injusto destruir toda una ciudad si hubieran, por ejemplo, diez justos, puesto que los inocentes estarían sufriendo penalidades injustamente; pero al parecer no consideraba tampoco justo que los impíos paguen su penalidad y quería que fueran perdonados por causa de los inocentes. En este caso, el argumento es que Dios no debe castigar a todos, si hubiera algún justo, pero si debe perdonar incluso a los perversos por causa de los justos, o al menos soportarlo, es decir, suspender el castigo de toda la ciudad. Su argumento sería, "ninguna ciudad que tolere una comunidad justa en su medio puede ser tan mala".
Abraham, a pesar de su miedo a sobrepasar los límites y provocar la ira de Dios, trabaja para reducir el número de personas inocentes necesarias para salvar la ciudad de cincuenta a diez, poco a poco, pero no lo logra y esto nos revela también que Abraham no sabía la condición perversa de estas ciudades. En otras palabras, Abraham realmente no comprendía que estas ciudades eran completamente perversas y que no había ninguna clase de justicia ni esperanza, entonces, se debe entender que este "argumento" de Abraham en contra de "la justicia de Dios" era comprensible al principio, pero finalmente debió haber entendido, a medida que reducía el numero de personas, que Dios no estaba de ninguna forma castigando también a los inocentes, ya que, en realidad, no habían inocentes.
¿Cuál es el objetivo de esta Prueba?
¿Qué quería Dios hacer al informarle a Abraham lo que iba a hacer?
La destrucción de Sodoma plantea la cuestión de si Abraham tuvo éxito o fracasó en su misión, si logró cumplir con su rol profético intercesor o si falló en su entendimiento de justicia . Desde la perspectiva de Dios, fue un gran éxito. Dios ya había comprobado que las ciudades no merecían gracia salvadora, debían ser destruidas, ésta era la misión de los ángeles, pero entonces ¿Qué quería Dios que Abraham supiera entonces, si su intercesión, en realidad, no era necesaria?
Si Dios no divulgara su plan, Abraham se levantaría a la mañana siguiente solo para ver dos ciudades sobrenaturalmente devastadas. La presunción de inocencia que Abraham tenía de algunos sodomitas lo habría llevado a albergar dudas sobre el Dios que seguía y la justicia absoluta de Dios. Tales reservas habrían deteriorado su capacidad de transmitir el compromiso con la justicia divina a su descendencia, poniendo en peligro la continuidad del pacto.
Si Abraham hubiese comprendido de ante mano la perversidad de estas ciudades, este dialogo quizás ni hubiera existido, pero la ignorancia de esto fue lo que llevó al Patriarca a desafiar a Dios sobre la base de la justicia, y fue así que Abraham descubrió que Dios era realmente justo. Dios ya había visto cada alma que habitaba en aquellas ciudades, pero aun así estaba dispuesto a moderar la justicia con la misericordia. Dios conocía la justicia de Abraham y su fervorosa lealtad a ella, pero Abraham aún no conocía la justicia divina y absoluta de Dios. El objetivo de esta prueba, entonces, no era para que Dios vea "algo", Él ya lo sabe todo, el objetivo de ésta y todas las pruebas, era que Abraham conociera quién es Dios y cómo es es Su justicia, y también preparar a Abraham para su siguiente prueba.
El sacrificio de Isaac en el contexto de la justicia de Sodoma
Una vez que se ha confirmado la justicia divina, Dios puede proceder con la prueba del sacrificio de Isaac. La historia de Abraham sacrificando a Isaac refleja una historia de Abraham probando a Dios, o bien, Dios confirmando la prueba anterior en Abraham e Isaac.
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Abraham prueba a Dios - Después de una larga charla entre Dios y Abraham, en un diálogo para entender "¿Qué es Justo?", y habiendo visto que Dios finalmente destruyó todos los habitantes de Sodoma y Gomorra porque ninguno era justo, ahora Dios le pide a Abraham matar a su hijo Isaac. Abraham debía haber entendido que para Dios, en su justicia recientemente definida, era imposible quitar la vida "de un inocente", estaría en contra de sus principios recién planteados, por lo que ésta era la oportunidad de Abraham para validarlo. ¿Dios simplemente iba a permitir que Abraham le quitara la vida a su hijo? Es así, entonces, que se puede entender que Abraham, o bien tuvo confianza de que Dios no lo permitiría, o bien Dios no es justo. El clímax de la historia, cuando Abraham se encontraba con el cuchillo en la mano a punto de degollar a su hijo, demuestra que Abraham iba a completar la misión que Dios le había dado, y que cualquiera que hayan sido sus motivos, predominó en él por sobre todo la obediencia y lealtad a Dios, por otra parte, confirma que Dios nunca permitiría tal abominación, Él no permitiría que un inocente pague el pecado o sufra las consecuencias de un impío, Dios aborrece el derramamiento de sangre inocente.
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Dios prueba a Abraham - Los dos compromisos principales de Abraham fueron la lealtad a Dios y la lealtad a la justicia. Por lo que ahora Dios había construido una prueba para ver cuál emergería superiormente, para que Abraham eligiese entre ellos. El objetivo es probar el compromiso incondicional de Abraham con el pacto de Dios. Solo exigiendo lo que más ama Abraham, su hijo favorito,y no solo eso, sino ¡el objetivo de todo! Si Abraham estaba dispuesto a entregar a su hijo, él estaba dejando todas las promesas, la bendición, la Tierra, la herencia y todo lo que venía atesorando hasta ese momento . En Génesis 22: 2, 12, se puede manifestar el compromiso incondicional con el pacto.
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Objetivo- En realidad Dios no necesita probar nada, Él ya lo sabe todo, pero como hemos visto la prueba de Sodoma y Gomorra no era para que Abraham le enseñara a Dios sobre la justicia, sino para que Abraham entendiera realmente qué es la justicia y pueda transmitir esto a su continuidad, Isaac. Para cuando llega la historia del sacrificio, Abraham ya había tenido una inducción de ¿Qué es Justo? por lo que cuando Dios le pide sacrificar a su hijo, Él ya le había preparado mental y espiritualmente (en la historia de Sodoma) para confiar en Él (de que no haría nada injusto) , gracias a esto, Abraham pudo avanzar a este nuevo desafío y demostrar su fidelidad a Dios, confiando en Su justicia, prevaleciendo en la obediencia y lealtad, demostrando así, que él se sometía a la Justicia absoluta de Dios, a veces incomprensible.
Reflexión de la historia
Al reflexionar en los detalles de estas pruebas, a las que Abraham fue sometido, aprendemos numerosos Principios Bíblicos que le invitamos a estudiar, para que le permitan conocer más a Dios y aprender diariamente lo que Dios quiere que aprendamos de nosotros y lo que Dios quiere de nosotros:
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Yehovah prueba a los hombres.
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Las pruebas no son para que uno demuestre algo a Dios, sino para que "uno" aprenda y conozca a Dios.
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Las pruebas nos preparan para las siguientes pruebas.
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Dios no castiga, juzga o culpa a alguien que no lo merezca, cada uno es juzgado personalmente (Ez 18:20)
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Dios NO traería destrucción a una ciudad si hubieran (al menos) 10 personas justas. (podrían ser menos pero no sabemos)
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Dios perdonaría o tardaría un juicio por amor a (al menos) 10 personas justas.
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La justicia del hombre (referencia de Abraham) es favorable y conveniente dentro de su propia perspectiva.
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La justicia de Dios es Realmente Justicia, y es armonizada con la misericordia.
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Dios no tolera la iniquidad.
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Dios conoce cada pensamiento de los hombres, sin necesitar pruebas.