Venganza de sangre en el contexto del antiguo Medio Oriente
La Toráh permite que los parientes se venguen de un asesino, sin embargo, en casos de homicidio involuntario, al asesino (involuntario) se le ofrece refugio en una ciudad de refugio. Estas leyes resaltan la lucha por limitar la justicia motivada por sentimientos de venganza, aun así, permiten que un individuo cobre justicia con sus propias manos.
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Introducción
Por siglos, la Torah ha sido interpretada a la luz de tradiciones religiosas e ideologías heredadas de comentaristas previos. Sin embargo, a mediados del siglo 19, cuando arqueólogos comenzaron a re-descubrir la historia de nuestros antepasados, el estudio bíblico sufrió de escepticismo, como también de una mejor comprensión como nunca había sido entendida antes.
Como conclusión, muchos escolares modernos comprendieron que las leyes de la Torah deben leerse en contexto de las antiguas civilizaciones del Medio Oriente, como por ejemplo las de Babilonia y el código de Hamurabi, que desde una perspectiva tradicional religiosa, fueron escritas unos 300 años antes que la Torah.
Comparación de Pena de muerte por asesinato
Las comparaciones entre las leyes bíblicas y las antiguas leyes del Medio Oriente a menudo demuestran una superposición significativa que a muchos escolares lleva a concluir que la Torah, siendo uno de los códigos de leyes más nuevos del Medio Oriente, sería una copia o recopilación de ideas previas de sus naciones vecinas. No obstante, para otros como yo, sus diferencias o énfasis ayudan a entender que Dios quería que su palabra fuera fácilmente comprendida y aceptada en aquella época, y por lo tanto, se reveló en el momento histórico oportuno, cuando la humanidad había alcanzado el estado de "civilización", para apoyarse sobre una base en común y a partir de ella, reformarse.
Una de estas comparaciones y diferencias se resaltan en las leyes de asesinato:
1.Juicio personal versus un proceso judicial
יב מַכֵּה אִישׁ וָמֵת, מוֹת יוּמָת
Éxodo 21:12 El que hiere mortalmente a un hombre, será condenado a muerte.
Aquí, la ley bíblica es como otras colecciones de leyes del antiguo Medio Oriente, que también prescriben la pena de muerte por asesinato. Por ejemplo, la primera ley de las Leyes de Ur-Nammu establece:
Ur-Nammu §1
Si un hombre comete un homicidio, lo matarán.
Un simple pasaje como éste demuestra una gran diferencia que de hecho se asemeja a la famosa ley de Talión u ojo por ojo de la Biblia; Las naciones antes de Israel tenían el derecho de matar o tomar la justicia por su propia cuenta a un asesino (no se detalla si es voluntario o por accidente), mientras la colección de leyes de la Biblia establece un juicio, que limitaría o frenaría ese impulso vengativo.
No obstante, los siguientes textos resaltan otras importantes diferencias:
2.La vida es única: nadie puede pagar pecados por otros
טז לֹא-יוּמְתוּ אָבוֹת עַל-בָּנִים, וּבָנִים לֹא-יוּמְתוּ עַל-אָבוֹת: אִישׁ בְּחֶטְאוֹ, יוּמָתוּ
Deuteronomio 24:16 No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres: un hombre será muerto solamente por su propio crimen.
(Roth, Law Collections , 125).
Leyes de Hammurabi, párrafos 239-240
“Si un constructor construye una casa para un hombre pero no hace bien su trabajo, y la casa que construye se derrumba y causa la muerte de el amo de casa, ese albañil será muerto. Si causa la muerte de un hijo del padre de familia, matarán a un hijo de ese constructor”
¿Qué culpa tenía el hijo del constructor? y ¿Qué pasaría si muere toda la familia? ¿Matarían la familia completa del constructor?
Tales ejemplos demuestran la insuficiencia intelectual y de justicia de los hombres en aquellos años pero un justo razonamiento y expresión de la justicia frente a los conocimientos y procesos judiciales de aquella época.
Sin embargo, otra decadencia moral de aquellos años se reflejan en la diferencia entre la prohibición de recibir una compensación monetaria en la Biblia y su paralelo en las leyes Asirias.
3.Un asesino no puede librarse con dinero
Middle Assyrian Laws, Tablilla A, párrafo 10 (Roth, Law Collections , 157).
[Si] un hombre o una mujer entra en la casa [de otro hombre] y mata [ya sea a un hombre] o a una mujer, [entregarán] a los homicidas [al cabeza de familia]: si así lo decide, será matarlos, o si decide llegar a un acuerdo, tomará [su propiedad]; y si hay [nada de valor para dar de la casa] de los homicidas, o un hijo [o una hija. . .]
En su contra parte, la Torah rechaza la idea de que un asesino pueda librarse de la culpa pagando a los jueces o restituyendo por sus daños, mucho menos tomando a algún miembro de la familia del acusado para convertirlos en esclavos.
לא וְלֹא-תִקְחוּ כֹפֶר לְנֶפֶשׁ רֹצֵחַ, אֲשֶׁר-הוּא רָשָׁע לָמוּת: כִּי-מוֹת, יוּמָת
Núm 35:31 No aceptarás rescate por la vida de un homicida culpable de un crimen capital; debe ser condenado a muerte.
La Ley bíblica incluso va más lejos al enseñar que ni siquiera un asesino involuntario, como aquel que pone fin a la vida de otra persona por accidente, como un accidente laboral, etc, esta libre de su culpa, si bien es amparado con una ley de protección contra las personas vengativas, pero no puede pagar con dinero la vida de otra persona.
לב וְלֹא-תִקְחוּ כֹפֶר, לָנוּס אֶל-עִיר מִקְלָטוֹ, לָשׁוּב לָשֶׁבֶת בָּאָרֶץ, עַד-מוֹת הַכֹּהֵן
Núm 35:32 Ni aceptarás rescate en lugar de la huida a una ciudad de refugio, habilitando uno para volver a habitar en su tierra antes de la muerte del sacerdote.
En síntesis, mientras uno podría argumentar que la Torah es una copia o igual a las mismas leyes salvajes del Antiguo Cercano Oriente, podemos ver que sin duda era consciente de sus leyes pero a la vez era una reforma o una protesta ante muchas injusticias no consideradas, como por ejemplo que cualquier asesinato debe llevarse a tribunales, nadie puede tomar la venganza por sus propias manos, como la hacían en sus naciones vecinas, un asesino no podía librarse sobornando a los jueces o tomando a la fuerza un familiar cercano, además, ninguna otra persona podía pagar por los errores de otra.
Limitar la venganza
Al tener presente la información de cómo se conducían las naciones antes de la formación del Pueblo de Israel, vemos que la Torah no está dictando un mandamiento del cielo que enseña, ¡maten! ¡cobren venganza!sino que está tomando una realidad terrenal, la gente hacía eso, no habían psicólogos o cárceles u otras organizaciones que determinaran o limitaran estas malvadas conductas humanas. Por consiguiente, si solo tuviéramos esta comparación, como lo hemos compartido en otros estudios previos sobre los sacrificios o la esclavitud, no es segura la comprensión de que Dios realmente desea que den pena de muerte a un asesino o cualquier otro transgresor de la Ley, sino que era una realidad ¿Que harías con un asesino, diez o cien asesinos en medio del campamento israelita circulando con tus hijos? habían una realidad tribal, poco civilizada e influenciada por las leyes universales de aquel entonces, pero aún así, la Torah da un empuje para conducir estos sentimientos y lamentables sucesos a un juicio más estructurado.
Finalmente, para comprender el proceso reformista de estas leyes, sugiero que la clave esta en entender los detalles del juicio que se debe llevar a cabo:
Goʾel HaDam , vengador de sangre
Cómo ya fue expresado, según Números 35, la asamblea debe decidir si un asesinato fue premeditado o involuntario, es decir, un hombre no puede simplemente tomar la justicia por sus manos de una forma inmediata. Hacen esta determinación basándose en la herramienta responsable del asesinato, en los testigos y si se sabía que el asesino le guardaba rencor a la víctima. Y, sin embargo, si la persona es declarada culpable de homicidio premeditado, no es el tribunal quien la ejecuta, sino el גֹּאֵל הַדָּם, gōʾēl had-dām , "el redentor de la sangre", es decir, el pariente cercano (que quiere la venganza)que se vengará sobre la persona que mató a su pariente:
יט גֹּאֵל הַדָּם, הוּא יָמִית אֶת-הָרֹצֵחַ: בְּפִגְעוֹ-בוֹ, הוּא יְמִתֶנּוּ
Números 35:19 El mismo vengador de la sangre dará muerte al homicida; es él quien le dará muerte en el encuentro.
En tales casos, el tribunal, aparentemente, se lava las manos del asesino y lo deja a su suerte. Además, si los jueces determina que fue homicidio involuntario, la persona no es simplemente absuelta, sino que la asamblea debe protegerlo en la ciudad de refugio más cercana donde debe permanecer hasta la muerte del sumo sacerdote:
כה וְהִצִּילוּ הָעֵדָה אֶת-הָרֹצֵחַ, מִיַּד גֹּאֵל הַדָּם, וְהֵשִׁיבוּ אֹתוֹ הָעֵדָה, אֶל-עִיר מִקְלָטוֹ אֲשֶׁר-נָס שָׁמָּה; וְיָשַׁב בָּהּ, עַד-מוֹת הַכֹּהֵן הַגָּדֹל, אֲשֶׁר-מָשַׁח אֹתוֹ, בְּשֶׁמֶן הַקֹּדֶשׁ
Números 35:25 La asamblea protegerá al homicida del vengador de sangre, y la asamblea lo restituirá a la ciudad de refugio adonde huyó, y allí permanecerá hasta la muerte del sumo sacerdote que fue ungido con el sagrado aceite.
Es notable, que en ambos casos, ya sea condenado o absuelto, culpable o inocente por los jueces, el vengador de sangre siempre quiere matar a la persona. Por lo tanto, se puede entender que el objetivo de estas leyes de asesinato era ayudar a la sociedad a navegar este desafío moral.
La respuesta de "qué es lo que Dios desearía" es ambigua o casi invisible en estos pasajes, pues lo único que logran es limitar a la sociedad a tomar la justicia por sus propias manos y a menguar el sentimiento de venganza, ya que pasados los días del proceso judicial, la necesidad de ejecutar la justicia con sus manos no sería como al principio.
En el caso de un asesinato involuntario, podríamos decir que la Torah ofrece una solución, un amparo, una ciudad altamente protegida donde la integridad de todos sería velada, pero en el caso de asesinato predeterminado la Torah enseña que después de dicho proceso judicial civilizado, la solución está en nuestras manos, no en la de los jueces, ni siquiera en Dios.
Síntesis y conclusión
Por milenios, la humanidad ha practicado la pena capital, en la actualidad hay algunos países asiáticos que la practican, incluso algunos estados de uno de los países más civilizados del mundo, como Estados Unidos.
Mientras algunos pueden argumentar que dicha práctica fue fomentada por la Biblia, la evidencia arqueológica testifica que dicha costumbre surgió cientos de años antes de la entrega de la Torah o la historia del pueblo israelita, es más, muchas de estas naciones asiáticas que practican la pena capital no tienen ninguna asociación con Israel o conocimiento de la Fe de la Biblia. Esto infiere que tanto el instinto de asesinar, como nuestra respuesta para oprimir o sancionar dicha práctica son ideologías completamente humanistas, obviamente no muy buenas. Además, que naciones civilizadas como EEUU en el siglo 21 sigan practicando la pena capital demuestra que por más justicia, civilización o conocimiento que pueda haber, hay casos en que el ser humano no puede lograr una mejor forma para poner un fin a dicha crueldad, por ejemplo, un asesinato bajo la influencia de drogas o alcohol, aunuqe sigue siendo una irresponsabilidad, es incluso tolerable par algunas constituciones, pero ¿Cuál sería la pena en el caso de un descuartizador, un secuestrador o violador? ¿Cómo podría una persona así recuperar su estatus social y ético? Lamentablemente pareciera que en dichos casos no hay solución, o quizás la hay, pero como sociedad aún no hemos llegado a resolverlo.
En este contexto la Torah, la palabra de Dios, miles de años atrás revolucionó el mundo, algunos de mi generación que no tienen idea como vivían nuestro abuelos hace apenas cincuenta años atrás, creen que es poco ético o primitivo que la Ley Mosaíca mencione penas capitales o leyes de restitución, etc. Pero simplemente reflexionando unos minutos sobre cómo vivían en el pasado, y las adversidades que aún tenemos hoy en día, podemos aprender que sabiduría como la que se ha impartido en la Torah, no la ha habido nunca, pero si logramos alcanzar un mejor futuro acorde a sus enseñanzas, quizás la habrá.
Como el Dr. Yogal Bloch dijo en contexto de un caso de cruel venganza de Andarig, una antigua narrativa de asesinato y venganza del noreste de Irak (Jack M. Sasson, From the Mari Archives: An Anthology of Old Babylonian Letters (Winona Lake, In.: Eisenbrauns, 2015), 230. ), la necesidad de ayudar a procesar la justicia es un derecho estatal, como lo enseña la Torah y puede reflejarse en muchas otras civilizaciones, pero había una necesidad de saciar la justicia del clan familiar, de la familia que había sido la víctima, en dicho caso, la Torah parece ofrecer la solución apropiada según su contexto histórico y cultural.
No obstante, Levítico 19:18, Deut 32:35, Prov 20:22, 24:29 y muchos otros pasajes más muestran que la venganza no es un ideal de Dios, por lo tanto, no muchos años pasaron para que Dios revelara que la ley de asesinato tuviera un vacío que esta en nuestras manos determinar, no agregando ni disminuyendo del libro de la Torah, sino comprendiendo, qué es lo que Dios quería transmitir, y desde esa base, con las herramientas e instituciones que hoy tenemos, lograr una mejor justicia para el futuro.