Cuando analizamos textos antiguos, redactados en una era temprana y lejana a nuestra cultura y costumbres, es importante indagar en el contexto histórico en el que ellos fueron escritos. De esta manera podemos entender los motivos de muchas narrativas bíblicas y su apropiada interpretación en su contexto cultural.
Una de las herramientas usadas por los académicos para poder discernir ciertos textos, estudiar sus similitudes y así también conocer la historia humana en distintas etapas de nuestra historia es comparando textos.
La ley de la violación de la virgen no casada en Deuteronomio 22: 28-29 es un excelente ejemplo de un texto bíblico que se ilumina mediante la comparación con otros textos, tanto dentro como fuera de la Biblia. Aquí examinaré esta torah a la luz de dos pasajes relacionados: la ley de la seducción de la virgen no casada en Éxodo 22: 15-16 y un pasaje de las Leyes de Asiria Media. Comenzaré por examinar la ley en Éxodo, pasaré a la de Deuteronomio y, finalmente, consideraré las leyes del Asirio medio antes de discutir la relación entre las tres.
Éxodo y Deuteronomio: ¿Es una ley o dos?
Éxodo 22: 15–16 dice:
וְכִי יְפַתֶּה אִישׁ בְּתוּלָה אֲשֶׁר לֹא אֹרָשָׂה וְשָׁכַב עִמָּהּ מָהֹר יִמְהָרֶנָּה לּוֹ לְאִשָּׁה׃ אִם ּלאֵן יְמָאֵן אָבִיהָ לְתִתָּהּ לִשְׁקֹוֹ כֶּסֶףה
Si un hombre seduce a una virgen por la que no se ha pagado el precio de la novia y se acuesta con ella, debe convertirla en su esposa mediante el pago del precio de la novia. Si su padre se niega a dársela, aún debe pesar la plata de acuerdo con el precio de la novia para las vírgenes (NJPS).
Esta ley trata de la antigua práctica de los esponsales en el Cercano Oriente, según la cual un hombre obtendría una esposa dándole a su padre una cantidad de plata como "precio de la novia" (a veces también llamado "riqueza de la novia o dote"). El precio de la novia era más alto para las vírgenes, por lo que dormir con una virgen fuera del matrimonio robaría a su familia la suma más alta. Dado el valor que se le da a la virginidad, también reduciría gravemente sus posibilidades de conseguir un marido, lo que la dejaría social y económicamente vulnerable. La ley resuelve estos problemas exigiendo que el seductor pague la cantidad más alta y tome a la niña como esposa, no dejando así la posibilidad de que luego sea rechazada. Sin embargo, esta lectura nos comparte que el padre de la niña se reserva el derecho de rechazar al amante de su hija y quedarse con la plata.
La ley paralela en Deuteronomio 22: 28-29 que encontramos en nuestra parasha Ki Teitze dice lo siguiente:
כִּי יִמְצָא אִישׁ נַעַר [נַעֲרָה] בְתוּלָה אֲשֶׁר לֹא אֹרָשָׂה וּתְפָשָׂהּ וְשָׁכַב עִמָּהּ וְנִמְצָאוּ: וְנָתַן הָאִישׁ הַשֹּׁכֵב עִמָּהּ לַאֲבִי הַנַּעַר [הַ] [נַּעֲרָה] חֲמִשִּׁים כָּסֶף וְלוֹ תִהְיֶה לְאִשָּׁה תַּחַת אֲשֶׁר עִנָּהּ לֹא יוּכַל שַׁלְּחָהּ כָּל יָמָיו
Si un hombre se encuentra con una virgen que no está comprometida y la agarra y se acuesta con ella, y son descubiertos, el hombre que se acostó con ella pagará al padre de la niña cincuenta siclos de plata, y ella será su esposa. Debido a que la ha violado, nunca podrá tener derecho a divorciarse de ella
Es en respuesta a estos textos bíblicos que algunos comentaristas y estudiosos enseñan que la Torah ordena a un violador a casarse con su víctima. Esta lectura simple y des contextualizada de su historia nos presenta una Biblia primitiva, salvaje pero además, a un Dios inmoral o repugnante ¿Cómo Dios permitiría que una mujer abusada tenga que pasar el resto de su vida con quien la hizo sufrir?
Pero si leemos la Biblia en contexto y comparamos sus versos en realidad aprendemos que hay un grave mal entendimiento.
Las diferencias entre las sanciones son cuestiones de detalle:
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El Éxodo exige el precio habitual de la novia, que puede haber variado con el tiempo y de una comunidad a otra, mientras que Deuteronomio da una suma fija.
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Deuteronomio prohíbe al hombre divorciarse de su esposa "porque la violó".
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Mientras Éxodo permite que el padre de la niña lo rechace y no lo deje casarse con ella.
Como hemos discutido en el estudio "¿Quién escribió la Torah?", las diferencias entre los cuatro primeros libros de la Torah y Deuteronomio reflejan una diversidad de autores pero de acuerdo a los propios términos citados y no a teorías académicas. Es decir estas diferencias pueden reflejar una perspectiva distinta o una mano escribal distinta pero no cambia o contradice lo que dice la Torah sino que detalla u ofrece más explicación sobre algunos mandamientos o historias que fueron dadas en la travesía del desierto. Es decir, el hecho de que Éxodo enseñe que el seductor pague el precio más alto y que Deuteronomio especifique 50 shekels no es una alteración o contradicción, es simplemente el detalle faltante a Éxodo, o dicho de otra manera, el precio más alto de las novias son 5o shekels.
Las siguientes diferencias, no obstante, son más complejas, ¿Tiene el padre control de decidir con quien se case su hija en la Biblia o no? ya que ¿Esta obligado el seductor (o violador) a casarse con la doncella que tomó por mujer y nunca divorciarse o no?
¿Qué es el matrimonio y cuál es el derecho de la mujer?
El matrimonio es todo un tema por si mismo que no podríamos explicar con detalle en este estudio, pero la Biblia detalla principios básicos de un matrimonio y sus deberes que se infieren en las prohibiciones sexuales detalladas, obligaciones hacia un amante o casos dramáticos como la cuestión del divorcio.
Es basado en Deut 24 que aprendemos que el matrimonio es un contrato consensuado, es decir, el hecho de que haya un contrato nupcial que el marido entrega a su esposa, indica que ambos tuvieron acuerdo. Y como es la naturaleza de todo contrato o documento, la Torah exige un mínimo de dos testigos que respalden ante la comunidad que dos personas se han comprometido a formar una familia. Un clásico ejemplo bíblico de una boda es de hecho la inspiradora historia de amor de Ruth o Boaz, quienes simplemente convocan diez testigos para expresar a la comunidad israelita su deseo de vivir juntos con sus votos. Sin sacerdotes o rabinos de por medio, sin gran parafernalia, esta costumbre y principio bíblico pretendía comunicar a la nación que ambas personas se habían comprometido a ser uno solos y así evitar la codicia o infidelidad que podría venir de terceros.
Es tentador discutir sobre el derecho de la mujer y su participación en la decisión de si casarse o no, basado en los ejemplos de Deuteronomio y Éxodo, ya que ésta narrativa así como otras en la Biblia reflejan las costumbres de Mesopotamia y las naciones vecinas, donde pareciera que la mujer es vulnerable y está sometida a obedecer todo lo que le ordena el padre, incluso en cuanto a aceptar el hombre con quien se debería casar o no. Pero también historias como la de Ruth, o incluso la de Isaac y Rebeca, que preceden en muchos años a todas estas, parecen enseñar que la mujer tenía autonomía en dicha práctica. En ambas historias reales, la mujer decide si casarse o no, si bien en ambas historias existe la ausencia de un padre, ante la comunidad y su esposo, la mujer tiene la decisión.
Esto quiere decir que el rechazo del padre hacia su nuevo yerno en Éxodo 22:15 es problemático, pues aprendemos por otros ejemplos de la Torah y narrativas históricas que la mujer decidía si casarse o no, no sus padres. Es posible que la lectura de Éxodo por lo tanto simplemente reflejaba una naturaleza cultural de aquel tiempo como se puede comparar con las leyes de Mesopotamia y la antigua Asiria, debido a que si la mujer ya no era vírgen, le sería imposible conseguir un marido, por esta razón era un deber moral casarse con la mujer ya que de lo contrario sería despreciada por otros hombres en su época y sociedad. Es por esto que sugiero que Moisés en Deuteronomio aclara la controversia de que el seductor sí debe casarse con la joven con quien ha tenido relaciones sexuales antes del matrimonio, (incluso si el padre lo prohíbe) y no se puede divorciar de ella.
Leyes de Asiria Media
Las Leyes de la Asiria Media se redactaron alrededor de 1076 a. C., aunque algunos sugieren que probablemente antes que cualquiera de las colecciones bíblicas. (De acuerdo a mi comprensión estas leyes fueron establecidas antes de la redacción de la Torah, 1.400 AEC, ya sea que fueran registradas o fueran establecidas oralmente) La tablilla A de MAL (Middle Asirian Laws) contiene dos leyes sobre el sexo con una virgen no casada, una que trata sobre la violación y otra sobre el sexo consensual y, a diferencia de la Toráh, las dos leyes aparecen una al lado de la otra.
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MAL A ¶55 trata de la violación. El violador debe tomar a la niña bajo su protección y, si no está casado, debe casarse con la niña por el triple del precio de la novia, aunque su padre se reserva el derecho de rechazar el matrimonio. Sin embargo, si el violador está casado, su propia esposa debe ser violada.
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MAL A ¶56 trata sobre una relación aparentemente consensuada. En este caso, el hombre simplemente paga la multa monetaria y el padre de la niña "tratará a su hija de la manera que elija".
A diferencia de las leyes bíblicas, MAL A distingue la violación del sexo consensuado al agregar una pena que requiere la violación de la esposa del violador. En la mayoría de los demás aspectos, las leyes de MAL A se asemejan a la ley de Éxodo 22 permitiendo que el padre rechace el matrimonio, no prohíben explícitamente el divorcio y basan la sanción monetaria en el precio habitual de la novia, aunque en este caso se triplica.
Independiente de la interpretación aplicativa que hoy ofrecemos a los lectores sobre éste pasaje u otros, estas similitudes entre las leyes Mosaicas y Asirias nos permiten, una vez más, ver cómo la Torah no trae un mensaje del cielo incoherente, místico, llenos de significados intrínsecos o divinos, sino que parece responder a las prácticas comunes de su generación como diciendo:
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En Egipto hacen "x", pero yo Dios digo que hagan "y"
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En Mesopotamia hacen "x" pero yo Dios digo que hagan "y"
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En Asiria hacen "x", y así sucesivamente.
Tener presente esta relación a lo largo del estudio bíblico nos permite entender la naturaleza de estas leyes y ser conscientes del contexto cultural en que fueron dadas. Es decir, si Dios, en la Torah, habla de la violación o el sexo consensuado antes del matrimonio, y sus consecuencias, no es porque simplemente a Dios se le ocurrió un escenario, sino que se debe a una necesidad que debía ser abordada, especialmente porque las antiguas civilizaciones ya habían establecidos normas salvajes para lidiar con estos eventos y si Dios no respondiere con exactitud a esta demanda, los israelitas probablemente terminarían imitando las leyes de sus naciones vecinas. En base a esto, quiero enfatizar que por ésta razón la Torah refleja leyes primitivas o costumbres ligadas a un contexto cultural, ya que ésta pretendía enseñar a la nación israelita la forma ideal de cómo vivir. Por lo tanto, entendiendo los motivos de Dios a través del análisis de estas conexiones literarias y su contexto histórico es que nosotros ahora podemos interpretar el principio detrás de estas enseñanzas y aplicarlas hoy en día.
¿Seducción o violación?
La última pregunta que debemos abordar es si estas enseñanzas tratan de un violador o de simples jóvenes que tienen relaciones sexuales antes del matrimonio.
Es intrigante el hecho de que Éxodo 22:15 no habla de un violador sino de un un hombre que seduce o "que habla al oído" a una mujer y ellos tienen una relación consensuada, pero su paralelo en las leyes Asirias habla de un violador. Mientras la descripción de Deuteronomio 22:28, que es una extensión de Éxodo 22:15, habla de una violación donde el hombre es obligado a tomar a la mujer como esposa, pero su paralelo en las leyes Asirias se refleja mejor con la de un hombre seductor y no un violador.
Lo que podemos extraer de esta relación es que ambas culturas y naciones entienden la violación con una relación consensuada previa al matrimonio como la misma acción. Esto quizás se debe a la situación deshonrosa que en el Antiguo Mundo solía ser el hecho de que una mujer sea desposada sin el consentimiento de sus padres, pero no indicando que sea una violación como hoy la entendemos, es decir, en éste escenario aqui, la mujer quiso tener una relación con un hombre, ella no fue abusada. Además, la Biblia hace una distinción drástica entre un violador real o abusador sexual y esta situación en análisis.
En Deuteronomio 22:23-27 (los versos previos a la discusión de este estudio) como Éxodo 21:16 indican que uno que rapta a alguien, maltrata a alguien, asesina o viola (abusa sexualmente) debe ser castigado con la pena capital, por lo tanto, la Biblia enseña plenamente que un violador debe morir (no casarse con su víctima). Por lo tanto, el escenario de que un violador se case con su víctima en Deut 22:28 es problemático e imposible, el violador de acuerdo a la Torah debe morir, no casarse con la víctima, como lo hacían en otras civilizaciones paralelas del Antiguo Medio Oriente.
La confusión se debe a que el texto no se lee con detenimiento puesto que el escenario descrito es distinto, incluso si usa el término violador, Deut 22:24 usa la palabra ענה, “violada”, que no necesariamente connota violación, sino una relación consensuada.
La Biblia da el beneficio de la duda a la víctima
Otro detalle notorio de la Torah que encontramos en la misma porción de Deuteronomio, es que la Torah enseña que una mujer debe gritar si esta siendo abusada en una ciudad. Esto se debe a que las ciudades amuralladas edificaban casas apareadas o cercanas la una con la otra, por lo que sería fácil acudir en ayuda de alguien que este gritando por ayuda. Pero en caso de una mujer que se encuentre en el campo, incluso si gritare, nadie la escucharía y su vida correría riesgo. No obstante, en este caso la Torah igual condena al violador y este sería el único caso en ¡toda la Biblia! donde no se requieren testigos sino solamente en la declaración e investigación de la víctima (de un solo testigo).
En síntesis entendemos, que incluso cuando no hubieren pruebas si se tratare de una violación donde nadie pudo socorrer o comprobar, la Torah protege o favorece a la mujer y da muerte al abusador.
Basado en esta drástica diferencia concluimos por lo tanto que un violador debe indefectiblemente morir, esto es lo que la Torah enseña y no tiene alternativas. Y el supuesto violador mencionado en Deut 22:28 y Éxodo 22:15 es en realidad un seductor u hombre que convence a una muchacha para que tengan relaciones. En la Torah esto de hecho no se presenta como un pecado, ni un error, simplemente se menciona como una realidad y las consecuencias (pagar la dote, contraer matrimonio) se enseña como simplemente la responsabilidades a la que ambos jóvenes están siendo comprometidos.
Sugiero que tal descripción de violador o violada, o su obligación o contraer matrimonio y la multa se debe al contexto analizado al principio de este estudio, donde la reputación de la familia sería afectada, las posibilidades de una mujer no virgen de contraer matrimonio y la dote que perdería la familia por el hecho de que un hombre sedujera a una doncella solo para tener relaciones y no ofrecer a la mujer una seguridad social en una sociedad patriarcal.
Entonces ¿Es cierto que La Torah apoya a un violador? y ¿Pueden dos jóvenes tener relaciones antes del matrimonio?
La Torah condena con pena capital a un hombre o mujer que abusa, rapta o asesina a otra persona. Esta ofensa traspasa el respeto por la vida de otro individuo, a tal modo que el abuso sexual de otro individuo se presenta como el único escenario en la Torah que no necesita testigos para amonestar al culpable, incluso para juzgar con pena capital. En este sentido, la Biblia enseña que cuando hay dudas o ambigüedad sobre una violación, es preferible matar a un supuesto violador que dejarlo con vida. Esta es la forma que Dios diseñó para quitar el mal a fin de que escuchen, teman y procuren guardar sus mandamientos y no hagan conforme al deseo de cada persona.
Además, la Torah no dice que es pecado si dos personas tienen relaciones sexuales consensuadas antes del matrimonio, éste es el escenario que vemos en Deuteronomio 22 que algunos mal entienden como una violación debido a las traducciones, donde se obliga a ambas personas a casarse "solo si son descubiertos", pero lo que podemos extraer es que sean descubiertos o no, estas narrativas transmiten la idea de que las relaciones sexuales pertenecen al matrimonio compuesto por dos personas. Como también, que tener relaciones sexuales sin un compromiso o contrato nupcial es deshonroso para la comunidad patriarcal que dio inicio a la formación del Pueblo de Israel y la recepción de la Torah, sin embargo, su forma de remediarlo es que den a entender a la comunidad que se han comprometido a vivir juntos y ser un matrimonio.
El casamiento como ceremonia o evento en sí no es un tema que la Torah exige, sino un compromiso, testigos y fidelidad en sus deberes entre ambas partes, por estas razones, tener relaciones sexuales sin un compromiso en Israel de acuerdo al pacto de Yehováh es problemático, porque no se asegura fidelidad, compromiso y deberes mutuos.